Supongo que a vosotros os hace ilusión leer nuestras cosas; del mismo modo, a nosotros nos gustaría saber de vosotros, así que os agradeceríamos que dejárais algún comentario, que Inma es muy cotilla!!

martes, 26 de junio de 2012

Primeros dias en el hospital

La semana pasada os comenté cómo era el piso en el que me alejo, dónde estaba y dónde tenía que irme a aparcar.
Ya con ciertas cosas básicas listas se respira mejor, la verdad, pero todavía quedaban otras (y aún hay algunas que no he resuelto, pero que espero resolver antes de que acabe el primer mes), entre ellas hacer una compra. He de decir que llegué a Gante con una bolsa de viaje llena de viandas que me había preparado mi madre. Para los que la conocéis, os estaréis imaginando el tamaño de la misma y a ella diciendo que llevaba pocas cosas. Sin exagerar: si no comprara nada, tendría para comer una semana sin ningún problema. No se me ocurrió hacer ninguna foto, así que os lo tendréis que creer...
La casera me había comentado dónde hay unos cuantos supermercados:
Uno de ellos está en la misma plaza donde vivo, el Carrefour; me dijo que ese era caro, pero que abría los domingos.
El siguiente en cercanía es un Aldi, que es barato y tiene marcas desconocidas (aquí me da igual que sean conocidas o desconocidas porque no conozco ninguna). Está a unos 10 minutos de casa.
El último se llama Delhaise y es caro pero tienen de todo y está un poco más lejos (a unos 15 minutos aprox.)
Rememorando el tema del aparcamiento, que está fresquito, en el último post, he de decir que el coche lo tengo a 20 minutos de mi casa y si tengo que ir a buscarlo, entre el paseo de ida y el de vuelta, no tengo ninguna gana de hacer compra alguna, así que la primera compra la hice en el Carrefour de al lado de casa y, como era de esperar, pagué la novatada... Resumiendo, puedo decir que entré con las manos en alto y salí en silla de ruedas del hostiazo que me dieron. Las cosas están caras, más caras por aquí. Me gasté casi 55€ sin despeinarme y tampoco compré todo porque tampoco había de todo en ese súper.

Factura de la primera (y casi la última) compra que hice en el Carrefour

La siguiente compra que hice, ya de cosas pequeñas la fui a hacer al Aldi, pero fui a las 18.30 y cierran a las 18.25, así que me fui al Delhaise, que es más caro y está más lejos... A medida que escribo esto, pienso que el venirme me ha hecho más gilipollas. El Delhaise tiene muchas cosas y carillas. Cuando vi que los 500 ml de aceite de oliva virgen extra estaban a 5 euros, pensé que la botella que me metió mi madre iba a ser uno de los bienes más preciados que iba a tener en esa casa. Resumiendo, que me gasté casi 40 € y se me quedó cara de tonto, para variar...
La última compra fue la que hice en el Aldi. Esta vez fui con tiempo y temiendo otro estacazo en el lomo cuando me dieran el ticket. Pero fue aquí cuando se me iluminó la cara. Aceite de oliva virgen extra, 750 ml: 2,29€. El kilo de manzanas: 1,19€... Si me hubierais preguntado cuánto vale un kilo de manzanas hace un mes, no os hubiera sabido responder. Ahora estoy empezando a saber lo que es mirar la peseta. Ni que decir tiene que la visita al Aldi me alegró toda la semana.
Una de las cosas que compré en la primera compra (valga la redundancia) fue tierra para plantar. Antes de venirme de Sevilla, un día fuimos a comer a casa del Dr. Barrera. Para los que no lo conozcáis, el Dr. Barrera ha sido mi tutor durante 4 de los 5 años de la especialidad y uno de mis maestros, tanto dentro como fuera del hospital. Volviendo al día que fuimos a comer a su casa, tras la comida nos regaló unas semillas de, según él, "fáciles cuidados" para que tuviéramos algún entretenimiento. Como no tenía macetas (y todavía no he comprado ninguna) planté las semillas en unos cuencos: 5 semillas de un tipo en uno y 5 en otro. Aquí os pongo las fotos para que veais que tengo un aprobado ramplón en botánica (siempre y cuando no suspendan por no contestar a una pregunta), porque han salido 5 de una y ninguna de la otra :( Aún así, tengo esperanza de que termine germinando. Ya os iré contando.

Plantas el día que las planté
Plantas a los 10 días
Plantas a los 12 días

Para terminar esta entrada, voy a contar los primeros días en el hospital. Antes de eso, deciros que ya estuve en diciembre una semana y que gran parte de las catetadas de diciembre las llevaba aprendidas. También decir que la Dra. Berenguer (de la cual hablaré en otra entrada en el futuro) me avisó del carácter frío (inicialmente) e independiente de la gente de por aquí.
Para empezar, se empieza a las 7.30!!! Así que a las 6.30 arriba, a prepararse rapidito y salir (casi todos los días corriendo) para el hospital. Tiempo del recorrido: 28 minutos. No sé si con el paso de los días me voy acostumbrando o, simplemente, resignando. De esos 28 minutos, 7 son dentro del recinto del hospital. Aquello es una ciudad sanitaria, del estilo del Virgen del Rocío, pero creo que más grande y con los edificios más separados. El primer día llegué bien de tiempo y me presenté a todo el mundo que había por allí. Algunos se acordaban de mí y otros no, aunque les sonaba de algo (es normal, porque estuve sólo una semana). Sobre las 7.45 se baja al quirófano y cuando llegas al quirófano, el/la paciente está en la mesa de quirófano y empezando a dormirlo. Cuando lo vi la primera vez casi se me escapan dos lagrimones. En cuanto a las cirugías, los primeros días no me he lavado mucho y poco a poco ya voy entrando en las intervenciones. De temática, estoy viendo justamente lo que esperaba (comentar que este pequeño apartado es muy específico de cirugía plástica): colgajos de perforantes, sobre todo DIEP y ALT, algún fisurado, reconstrucción genital y una cirugía de linfedema (anastomosis linfo-venular).
Con la gente, la cosa empezó fría y ha habido días en los que he estado más desanimadillo, pero poco a poco voy cogiendo confianza con la gente y me voy sintiendo más integrado.
Como podréis imaginar, la llegada de un zamorano a Gante no ha sido un aterrizaje suave, ya que "semos europeos" pero a nuestra manera. Vamos, que algún día he parecido Lobo Martínez Soria,

Lobo Martínez Soria
como por ejemplo un día que casi me quedo encerrado para llegar a los quirófanos de otro edificio; en mi defensa he de decir que hacía falta una tarjeta que no tenía inicialmente (pero que he podido conseguir) y llegué a la puerta del mismo quirófano, subiendo por la escalera de emergencia, pero tenía mis dudas de si podría llegar abajo otra vez, así que llamé a la puerta y una amable señorita me abrió mientras le explicaba en mi inglés (que va mejorando y lo noto, tanto en fluidez como en comprensión) que no tenía tarjetica.
Tarjeta que me da acceso a muchos sitios del hospital. He puesto, como buen rociero que soy, que vengo del Virgen del Rocío, aunque me quedé con las ganas de poner Zamora (o Huelva)
Otra anécdota ocurrió un día en el que fui a comer a las 11.30-11.45 (aquí se come muy pronto, lo sé) y no habían llegado los bocadillos, por lo que pensé que podría comer algo comprado en la cafetería y después, a una hora decente, comer el bocadillo. Pues me bajé a la cafetería y me vi con el ansia viva, así que me compré otro bocadillo. Cuando llegué a los despachos el primer bocadillo había llegado, así que ni corto ni perezoso me metí los dos entre pecho y espalda. Para que estéis más tranquilos, debéis saber que eran de diferente sabor, cosa que me europeíza un poco.

La próxima entrada tratará de la primera visita que he recibido y que me ha venido como agua de mayo.


P.D.: Como he tardado unos cuantos días en escribir esta entrada, os pongo una nueva foto de las plantas, que están creciendo lozanas. He visto también 3 raíces en el cuenquito en el que todavía no ha salido ninguna, así que voy a por el notable!! Entre los dos cuencos veis a la hermanita pequeña, que cuando fui a comprar unas macetas, vi esta pequeñita con semillas de lavanda y que está empezando a salir.

Foto de las plantas a día 26-06-12

jueves, 14 de junio de 2012

Primeros días en Gante

En mi entrada anterior paré de contar justo en el momento en que llegamos a Gante. Habíamos quedado con los caseros (en realidad tienen una agencia con muchos pisos) a las 4 de la tarde en una dirección que nos dieron. Pues bien, creo que no he estado media hora antes en un sitio nunca (salvo que me haya confundido). Allí nos plantamos a las 15.30 y la señora no llegó hasta las 16.25!! Y eso que la llamé. Para que después digan que los españoles somos como somos... La cuestión es que la señora nos enseñó a Andrés y a mí un estudio que era pequeñito, con la cocina y la cama muy juntas y el baño sin techo porque lo habían añadido a la habitación quitándole el espacio a esta. Ante esto último yo sólo pensaba en la gente que viniera a verme y en la gran confianza que cogeríamos escuchándonos gran parte de sonidos que no es necesario escuchar, independientemente de la confianza que tengas. Aún así, como yo soy de por sí conformista, fue Andrés el que puso cara rara y ya la señora preguntó que si era lo que esperábamos. Yo le dije que no sabía lo que esperábamos realmente (y es verdad porque no había visto fotos del piso, detalle que la mayoría de vosotros desconocía) pero que me habían comentado por e-mail que me enseñarían varios pisos y yo elegiría. Al final me enseñó otro que tiene el doble de tamaño, también es algo viejo, pero tiene dos camas, baño con techo y un sillón desde el que estoy escribiendo cual marqués. Tiene un sofá que está gastadillo y es muy, muy luminoso, ya que tiene ventanas grandes en dos de las paredes (bien es cierto que en invierno eso me va a dar igual porque voy a salir de casa de noche y voy a entrar de noche). Aún así me dijo que había otro en el que el inquilino se iba a finales de julio (días más tarde vino diciéndome que parecía que se iba a finales de agosto).

Hecha desde la pared que se ve en la próxima foto. A la izquierda se ve el sillón del marqués.

 Hecha desde el sofá de la foto de arriba

De todos modos, a los 3 días de estar aquí me enseñó el piso de al lado, que lo acababan de dejar y tenía varias ventajas con respecto al mío: los cuartos están separados (recibidor con una cama pequeña y tele, galería que hace de cocina y tiene algo más de espacio y habitación con cama grande y baño) y parece más moderno. Los inconvenientes son que no da tanta sensación de amplitud como el de ahora y que las ventanas no dan a la calle principal. Pensándolo fríamente, es más práctico el otro (sobre todo pensando en las visitas, porque para mí sólo me da igual uno que otro), pero le veo mucho encanto al estudio en el que estoy ahora. No sé qué os parecerá a vosotros.
He de decir que al estudio le faltaban algunos detalles que ya le comenté a la casera; ha tardado en solucionarlo dos días, así que por ese lado bien, pero se ha llevado la cama pequeña sin previo aviso!!! Estoy esperando su respuesta al mail que le mandé, que la segunda cama es una ventaja muy buena.
Contado cómo es el piso, vamos a hablar de la localización. Está en la plaza de la estación de trenes (Sint Pieters Station). La plaza se llama Koningen Maria Hendrika plein por si me hacéis una visita sorpresa. Si miráis el plano de Gante, está justo en el límite de lo que se denomina el centro histórico de la ciudad. Está a unos 25 minutos caminando del hospital, que es un paseíto, pero se me va a poner un culito para partir nueces. Una de las opciones que he pensado es comprarme o alquilar una bici, porque aquí lloverá y hará mucho frío, pero hay muchísimas bicis y la gente se mueve en bici sin ningún problema. A lo mejor no conocen lo de "mal de muchos, consuelo de tontos" pero si van tantos en bici, quiero pensar que no están equivocados. En cuanto solucione el tema de la bici ya os iré contando cómo va el asunto.

Esta es la plaza de la estación de trenes, vista desde mi ventana

Como última anotación de esta entrada, vamos a hablar de un tema que muchos sufrís en muchas ciudades y que puede llegar a ser bastante molesto: ¡¡¡EL APARCAMIENTO!!! Como frase inicial puedo decir: En Gante hay mucha zona azul. Allá por donde vas ves la máquina de la zona azul y todos los coches con su tarjetica/ticket de haber pagado (como dato anecdótico que nos llamó la atención nada más llegar, decir que aquí no utiliza el claxon ni Cristo; en todo el viaje una vez en Francia, sólo lo oímos dos veces; una vez fue Andrés el que lo tocó y la otra yo, por dos que nos hicieron alguna pirula en la carretera; vamos, que conducen mal, pero no pitan). Ante la tesitura en la que me encontraba con el tema del aparcamiento, busqué alguna cosilla por internet (http://www.gent.be/eCache/STN/1/51/810.html) y vi que se podía solicitar una tarjeta de aparcamiento y así no tenías que pagar, PEEEERO una de las condiciones era que la matrícula fuese belga, así que con los datos que tenía decidí buscar una zona en la que se pudiese aparcar sin pagar, y la encontré cerquita del hospital (a unos 20 minutos de casa, pero es gratis). De manera periódica voy a comprobar que el coche está bien y lo cambio de sitio, no se vayan a creer los lugareños que está abandonado.

En próximas entradas iré hablando de mi primera compra/sablazo en el Carrefour, de las semillas que he plantado, regalo del Dr. Barrera y de las que espero crezcan sanas y lozanas y de los primeros días en el hospital: llegada, recibimiento y alguna catetada de Lobo Martínez Soria.

Hasta más ver.

viernes, 8 de junio de 2012

Previaje y viaje a Gante


Estas dos últimas semanas han sido una auténtica locura. Se ha juntado todo: el final de la residencia, múltiples despedidas, hacer una mudanza de cinco años, hacer bastante papeleo (con mayor o menor éxito) y preparar a la carrera todas las cosas para el siguiente viaje. Todo ha salido gracias a la ayuda de mi gente, que me ha ido quitando quebraderos de cabeza a medida que iban apareciendo. Al final ha llegado el momento del viaje. Para los que no lo sepáis, he decidido ir en coche, acompañado de mi inseparable amigo Pyjote, que ha decidido darse la paliza sólo para acompañarme (sí, me quiere mucho) y que se vuelve a Sevilla al día siguiente de llegar a Gante. Es cierto, si no hacemos estas locuras a esta edad, no las vamos a hacer nunca. 
 Maletas a medio preparar en mi habitación
A las 10 de la mañana del 31 de mayo de 2012 ya estaba todo preparado y nosotros listos para partir. El coche iba lleno, pero no tanto como el último viaje de Sevilla a Zamora que ahí no sé cómo aguantó el coche. Una de las causas por las que el coche no iba tan lleno es por unas bolsas herméticas donde metes lo que quieras y después le haces el vacío con un aspirador a través de una válvula: una maravilla. 
 En esas tres bolsas hay un nórdico, sábanas, una manta, dos almohadas y paños de cocina.
La primera jornada de viaje transcurrió tranquila, turnándonos para conducir y sin grandes problemas. A la hora de comer estábamos casi en la frontera con Francia y a las 20.30 horas llegamos a nuestra parada: Chatellerault, a 940 km de Zamora. Siendo fieles a nuestro estilo, paramos en esta pequeña ciudad porque fue cuando decidimos dejar de conducir, así que buscamos un hotel y en cuanto vimos uno a las afueras que nos pareció muy majo, bajamos a preguntar precio y nos registramos. Como no tenía un parking privado, todo lo visible lo subimos a la habitación, que el día antes soñé que me robaban el coche y no tenía ganas de llevarme disgustos nada más empezar.
Al día siguiente nos levantamos a las siete (nuestra hora habitual), desayunamos algo y volvimos a cargar el coche. Dio la casualidad que el día anterior nos confundimos de camino en un cruce y nos encontramos una gasolinera donde el gasoil estaba a 1,33. Podréis decir que es caro, pero en todas las gasolineras francesas donde vimos el precio (y eran muchas, porque venía en las autovías), éste no bajaba de 1,52 €, llegando incluso a 1,56€!!! Vamos, que triunfamos. Llenamos el depósito y nos pusimos en marcha. Para ese día nos quedaban por recorrer 610 km, así que seguimos la misma dinámica: 2 horas de conducción cada uno y un descansito para estirar las piernas
 Los descansos iban con viandas de la tierra zamorana.
Finalmente, a las 15:50 del 1 de junio llegamos a nuestro destino. El viaje de ida había terminado sin incidencias.
Ahí se ven los kilómetros hechos durante el viaje.
En próximas entregas, el aterrizaje en Gante y el piso.

sábado, 2 de junio de 2012

Nos vamos a ver mundo

Suponemos que tod@s (o casi tod@s) los que leéis este blog nos conoceréis a uno u otra (o a los dos). Por si acaso no nos conocéis, aquí va una pequeña presentación que se lee mejor si escucháis de fondo la música de "El Equipo A":

En 2012, dos de los cirujanos plásticos que acababan de terminar su formación se vieron obligados a emigrar para seguir saciando su ansia de conocimiento y, de paso, prolongar un poco esa agonía presente justo antes de enfrentarse de verdad con los pacientes.
Como iban a estar lejos y dejaban atrás a mucha gente que quería seguir sabiendo de ellos, decidieron crear algún medio de comunicación válido para que toda esa gente estuviera al día de sus peripecias.
Como antecedentes, decir que los dos son de localidades pequeñas y se formaron en Sevilla bajo el amparo de la mismísima Virgen del Rocío. Es por eso que se hacen llamar: ROCIEROS POR EL MUNDO
Después de esta pequeña presentación, decir que yo me voy a Gante (Bélgica) e Inma (o Inmaculada, como le gusta que la llamen) a México D.F.

Poco a poco os iremos informando de cómo nos va la vida en el extranjero e intentaremos publicar de una manera periódica para que os enganchéis a algo de calidad.